Me llena de orgullo y satisfacción presentaros la pieza más única, exclusiva y rara del universo EXIN. Su historia siempre ha sido un misterio incluso para los más expertos coleccionistas de la marca. El coche nació de un acuerdo de colaboración secreto entre EXIN y PLAYMOBIL a principios de los años 70. Los departamentos de I+D de ambas empresas se pusieron en marcha para fabricar el coche de slot total. Un coche de slot de toda la vida que contaba con el aliciente de tener cabezas intercambiables de una de las marcas de muñecos punteras del momento. El modelo elegido para dicha prueba fue el fórmula uno por antonomasia de Scalextric: el Cooper F1. Además no se escogió cualquiera de los moldes sino el de doble guía. No obstante una vez se vio el siniestro resultado ambas marcas decidieron no comercializarlo debido a las consecuencias negativas para su reputación que esto podría acarrearles. El coche fue fabricado íntegramente en España, desde el motor hasta la cabeza del playmobil (así lo aseguró Exin a sus allegados) y todo el proceso estuvo bajo la supervisión del mismisimo Hans Beck, padre de los archiconocidos playmobil. Internamente el coche se denominó "Cooper Doble Guía con guía y cabeza fija y mobil, respectivamente, color Azul Ultramar". La única unidad de este modelo ha permanecido cerrada bajo llave en la caja fuerte de un extrabajador de Exin hasta hace unos días y es, sin duda, la mayor desconocida de todas las piezas de la marca.
En el momento que este extrabajador se puso en contacto conmigo para ofrecerme la mítica y legendaria pieza, no lo dudé un solo instante, tenía que ser mía, aunque su precio, 7000€ era el mayor impedimento. Pero no fue todo tan fácil como esperaba, no era solamente una cuestión de dinero y es que la venta llegó a oídas de los más despiadados coleccionistas de Exin, me pincharon el teléfono, intentaron secuestrarme, e incluso suplantaron mi identidad para realizar ellos la transacción. A pesar de ello mi rapidez de movimientos evitó que esta pieza única e irrepetible cayera en manos de estos delincuentes sin escrúpulos. Después de vender mi moto y la de la parienta pude hacer frente al pago. Ahora mi alegría es infinita, la de la parienta no tanto, vamos a trabajar en metro pero el hecho de poder contemplar esta pieza única en la vitrina del cuarto de planchar no tiene precio. Y es que a pesar de tener más de 30 años, el coche está brillante e impoluto, la única falta que tiene es la peluca del playmobil que no se sabe con certeza si en su origen fue rubia o morena.
